lunes, 1 de mayo de 2017

ORO NATIVO




ORO NATIVO

Fórmula química: Au
Sistema: Cúbico
Clase: Elemento nativo

Etimología: El símbolo del oro, Au, procede del latín aurum, brillo.
Composición: Oro 100% con posibilidad de Se, Te, Bi, Ag.
Peso específico: 19,3 g/cm3 (Muy pesado)
Dureza: 2´5-3
Color: Amarillo característico más o menos claro según la plata que contenga. El oro y la plata forman una serie de soluciones sólidas por lo que la mayoría de oro contiene Ag. El de California contiene de un 10 a un 15% de Cu.
Raya: Amarillo oro brillante
Brillo: Metálico
Transparencia: Opaco, en láminas muy delgadas deja pasar la luz verdosa.
Fractura: Ganchuda, astillosa
Exfoliación: Sin exfoliación
Tenacidad: Muy dúctil y maleable
Frecuencia de distribución: Raro

Aspecto y características: Masivo, en concreciones, alambres, placas, hojas, granos, escamas, pátinas y diseminaciones a veces microscópicas, chapas reticuladas, plumosas, grupos arborescentes, frecuentemente en pepitas. Los cristales bien formados no son frecuentes en el oro. El oro es buen conductor del calor y también de la electricidad. El punto de fusión es 968ºC. Insoluble en los ácidos pero soluble en agua regia, cianuro potásico y también en mercurio.

Paragénesis: El oro de mina (yacimientos primarios) tiene generalmente como ganga predominante el cuarzo; también puede ser calcita, ankerita, albita, apatito, turmalina, hornblenda y en ocasiones zeolitas.

Aplicaciones: Fabricación de monedas, reservas monetarias, joyería, medicina, aparatos de física, electrónica, aeronáutica. Las finísimas láminas llamadas “panes de oro” se usan en decoración.

Variedades: Electrum: con un 25 a 28% de plata. Porpezita: Au aleado con paladio (Goya, Brasil). Rhodita: con un 34 a 43% de roído (México). Maldonita: con bismuto, encontrada en Maldon, Victoria, de color blanco rosado fácilmente alterable en rojizo o negro.

Localidades: El oro es al parecer el primer mineral que conoció el hombre, que ya lo utilizaba 5000 a.C., en Egipto o en las minas Etbai y Benisque en China. Esta antigüedad del uso se debe a que resultaba fácilmente moldeable debido a su maleabilidad. El oro fue el impulsor de los más importantes descubrimientos geográficos y ha tenido siempre gran importancia en el curso de la historia. Su atractivo provocó las llamadas “fiebres del oro”, la primera en 1849 en los aluviones de California; la segunda, en 1851, en Victoria, Australia; la tercera, en Klondike, junto al río Yukón y Fairbanks, Alaska. En 1884, se descubrió el importantísimo yacimiento de Witwatersrand en el distrito de Rand, cerca de Johannesburgo, Sudáfrica.


En España se encontró en Rodalquilar, Almería; en placas y grandes granos sobre cuarzo en la Mina María Rosa en Valencia de Alcántara, Cáceres, señalándose en otras localidades poco importantes. De aluvión en los ríos Sil, Miño, Darro, Genil, etc. En Cala Huelva, asociada a cuarzo; en Arroyo Ladrón, en la provincia de Salamanca, se hallaron pepitas de oro de cierta importancia; también en Sant Miquel de Colera, provincia de Girona y en la antigua colección Folch existía un pequeño ejemplar cristalizado procedente del Puig d´en Cama, Reus, Tarragona.

Generalidades: El Oro ha ejercido una gran influencia en el poblamiento de algunas regiones, pues la noticia de su existencia ha traído siempre a millares de personas ansiosas de hacerse ricas rápidamente. Como ente de transacción económica internacional, el oro ha sido expresado en base a la unidad de quilates; el oro puro tiene por ley 24 quilates.


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